Mario Moreno Del Toro para Computerworld
El gigante alemán de ERP, SAP, ha puesto a la inteligencia artificial (IA) generativa en el centro “de todo lo que hacemos”. Así lo afirmaban sus directivos durante la gira SAP Sapphire 2024 que les llevó durante el pasado mes de junio por las ciudades de Orlando (Estados Unidos) y Barcelona. Esta frase se significa en Joule, su asistente virtual que, mediante esta tecnología, pretende redefinir “la manera en la que se manejan los procesos de todo tipo de industrias” y perfiles corporativos, desde el director financiero hasta el de recursos humanos pasando por el CIO y el jefe de operaciones.
Por el momento, son poco más de 27.000 los clientes de la compañía que utilizan esta IA empresarial, lo que representa al 7% de su base de usuarios (tiene a 300 millones en todo el mundo interactuando con sus sistemas). Y, es que, para lograr una adopción masiva hacen falta varios retos por conquistar, según pronunciaba su director de IA para EMEA, Jesper Schleimann, “El primero es la confianza. Y noto cierta desconfianza en Europa en comparación con otras regiones del mundo”, señalaba. La receta de SAP en este sentido pasa por enfocarse en la ética, la IA responsable y la seguridad.
En esta estrategia, la de generar la “base de inteligencia B2B más importante del mundo”, la compañía se ha asociado con las soluciones de los principales hiperescalares además de otras firmas como la francesa Mistral.AI, lo que les ha llevado a probar y a apoyar hasta 22 modelos diferentes. A estos, aclara el directivo, según lo que se ha realizado con los 27.000 clientes que usan sus plataformas de IA, se les separa la parte contextual del modelo. Jesper Schleimann, se pregunta: “¿Cómo puede tener sentido tu SAP? Añadimos pequeños detalles, pero el conjunto no cambia. Tomamos el conocimiento de cómo haces tu negocio, no una transacción, a través de una técnica denominada RAC (generación de argumentos de recuperación). De este modo, nuestros clientes lo pueden utilizar para crear sus propios modelos o servicios”. “Todo lo que hacemos pone al humano en el centro. Puede que la IA haga trabajos preparatorios y sugiera cosas, pero es la persona la que tiene que tomar las decisiones”.